Diciendo: Buen Caballero, por Arturo Uslar Pietri
Mi padre ha muerto el martes en la noche. Estuve junto a él en toda su larga agonía. Y durante ella, y después de su tránsito, en estos días que han seguido hasta este momento en que me siento a escribir mi pensamiento, todo ha estado lleno de su figura, de su voz, de su recuerdo, de su presencia, de su ausencia. No podría hablar de otra cosa que no fuera de él. Si hablara de otra cosa sentiría que disimulo y niego. Y si por no hacerlo guardara silencio, me sentiría cobarde y pequeño, y precisamente él no me enseño a ser ni lo uno, ni lo otro. Esto es lo menos que puedo hacer por quien fuera padre excelente e irreprochable y por quien puso en mí la más grande ternura y la más inquebrantable fe. Le toco formarse en la agitada Venezuela que siguió al fin de…