Editorial PenziniPlus.- El semanario británico The Economist vuelve a enfocarse en la crítica situación que vive el país y se pregunta: “¿Sobrevivirá la dictadura venezolana? ¿Cómo robarse un país?”.
Así es, aunque pase desapercibido, ya califican abiertamente el régimen venezolano como una dictadura, algo que pocos se han atrevido a hacerlo, por lo menos hasta el momento. Y esto tiene una relevancia significativa sobretodo por quien lo dice, ya que la revista The Economist es una referencia global en el tema económico y político y es leída por millones de personas en el mundo.
El artículo incluye una caricatura hasta infantil en la que aparece un ladrón robándose a Venezuela. Y es que el artículo hace referencia a que a Venezuela ingresaron un trillón de dólares recibidos por el régimen en ingresos por petróleo, y que al menos una cuarta parte fue robada por los funcionarios, según información del think-tank International Crisis Group.
Aunque el título del artículo dice “Cómo robarse un país”, no hacen referencia precisamente a como lo hicieron, más bien expone la grave crisis de todo tipo que se vive en Venezuela.
De acuerdo al artículo, el régimen socialista de Maduro está extinguiendo la democracia para mantenerse en el poder. Y se preguntan: ¿Qué puede hacerse para detener la implosión de Venezuela, organizar un rescate humanitario y lograr un retorno a la democracia?.
- Un levantamiento popular: no lo creen factible porque la represión hizo su trabajo, piensan que la gente parece estar demasiado asustada y preocupada por la supervivencia, para sostener las protestas masivas.
- Una solución negociada: piensan que es la opción más plausible. Pero necesitará de mucha presión tanto interna como externa. A pesar de la presión reciente de los EEUU, consideran que las sanciones son de efecto dudoso y seguramente hará que los funcionarios estén aún menos dispuestos a ceder poder.
- Embargo petrolero: Algunos republicanos pretenden que los Estados Unidos dejen de comprar petróleo venezolano; lo cual afectaría a Venezuela pero le proporcionaría al gobierno un pretexto más para la represión.
- Cláusula Democrática de la OEA: La mejor opción es que Estados Unidos se una a otros países de América Latina para presionar al régimen a aceptar conversaciones.
De acuerdo a The Economist, a pesar de que el año pasado Luis Almagro, Secretario General de la OEA, no obtuviera el apoyo suficiente para invocar la cláusula Democrática del grupo para pedir la suspensión de Venezuela, piensan que debería intentarlo nuevamente:
- Por el cambio político en América del Sur.
- Por las manifestaciones en Venezuela para terminar con la dictadura que dejaron a Maduro más aislado que en el pasado.
- De acuerdo a Datanálisis, el presidente cuenta con apenas 18% de popularidad.
- Cuando Chávez llega al poder en 1998, el índice de pobreza era de 48% y ahora es de 82%, ¡casi el doble!
Piensan que aunque la presión diplomática no va a ser suficiente para cambiar la situación, puede ayudar.
Consideran que parte del problema es la misma oposición que no es eficaz y consideran necesario que los pequeños grupos se unan en un solo partido y con un único líder.
Finalmente concluyen que “las alternativas son tajantes: la consolidación de una dictadura de América Latina, o la posibilidad de derramamiento de sangre a gran escala”. “La región debe hacer todo lo posible para evitar ambos”.
Naciones Unidas
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos presentó el miércoles su informe anual sobre el estado de los derechos humanos en el mundo y dijo: “Estoy cada vez más preocupado por Venezuela”.
Zeid Ra’ad Al Hussein se mostró perturbado por la falta de independencia del Estado de Derecho y las instituciones nacionales de derechos humanos en el país suramericano y aseguró que su oficina no para de recibir información sobre detenciones arbitrarias e intimidación de líderes opositores.
Zeid, el Alto Comisionado, llamó la atención sobre:
- La dificultad que la entidad que preside ha tenido para acceder a varias regiones y especialmente a Venezuela.
- Le preocupa: la extrema polarización en Venezuela, con continuas restricciones a las libertades de movimiento, asociación, expresión y protesta pacífica.
- El marcado incremento de los venezolanos que llegan a los países vecinos a medida que la crisis económica y social en Venezuela se profundiza.
- Le preocupa la escasez de medicinas y alimentos en todo el país y la escalada de los precios que están afectando severamente los derechos económicos y sociales.
Vivanco le pone Fin al Diálogo
Fueron muy duras y directas las palabras del director de las Américas de Humans Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, cuando solicitó a los mandatarios latinoamericanos que no apoyen el diálogo en Venezuela, porque no tendrá ningún resultado.
A su juicio, Latinoamérica gastó mucho tiempo y energía promoviendo el diálogo entre el gobierno y la oposición, porque no se obtuvo ningún resultado positivo.
Vivanco condenó que los voceros del gobierno actúen de forma “antidemocrática” y especialmente cuando su imagen internacional está afectada por las acusaciones de corrupción y narcotráfico.
“El problema de Venezuela es que el Estado ha sido capturado por un régimen que actúa en términos autoritarios, no democráticos, cuyos principales gobernantes están involucrados con el crimen organizado, y cuyo propósito es aferrarse al poder”.
Vivanco, piensa que la Carta Democrática Interamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA) es necesaria aplicarla en Venezuela para evitar que ocurra una tragedia en el ámbito social y que se debe enfrentar el estado de emergencia sanitaria de miles de ciudadanos que se ven afectados por la escasez de alimentos y medicinas.
De acuerdo al funcionario: “Aquí lo que cabe hacer es exigirle rendición de cuentas al gobierno de Venezuela, y eso se hace cuando la autoridad regional se reúne y examina la situación de Venezuela a la luz de la Carta Democrática”.
Posible Salida de La OEA
Roy Chaderton, ex embajador ante la Organización de los Estados Americanos, consideró que la activación de la Carta Democrática Interamericana contra Venezuela sería una “vergüenza” para la OEA cuya decisión significaría un “golpe mortal” para el organismo.
Chaderton resaltó: “En todo caso, la vida sin la OEA es posible y la capacidad de instrumentar la Carta no es tan sencilla porque el efecto que se busca es político,es decir, que ya el gobierno se ha planteado la posibilidad de salida de Venezuela de la OEA y convivir fuera del organismo al igual que lo ha hecho Cuba desde hace más de medio siglo cuando fue expulsada de la organización.
Igualmente sugiere un plan alternativo porque según sus palabras recuerda que “Chavez en su sabiduría, en su visión estratégica, teleológica nos dejó varios anillos de protección (…)” en caso de salir de la OEA. No especificó a que se refería ni cuáles serían estos misteriosos “anillos de protección”.
El embajador enfatizó que la aplicación de la Carta Democrática contra el país “sería un golpe mortal para la OEA que ya ha sufrido bastante con las inconsistencias, con las inconsecuencias, con las traiciones y con las deslealtades” descalificando de alguna manera a la organización.
Pasos para la activación de la Carta
El relanzamiento del diálogo ha sido un rotundo fracaso. Ya la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) dijo que consideraba “cerrado” el experimento del diálogo político con el Gobierno Nacional, y que no se volverla a abrir por el incumplimiento de los acuerdos por parte del gobierno.
El propio José Miguel Vivanco director de Humans Rights Watch (HRW), solicitó a los mandatarios latinoamericanos que no apoyen el diálogo en Venezuela, porque no tendrá ningún resultado.
Ahora todo apunta a la activación de la Carta Interamericana con la que se podría acordar la suspensión temporal de Venezuela que es un Estado Miembro, del ejercicio de su derecho de participación en la OEA.
Para que esto ocurra el Vaticano debería anunciar el fin del diálogo y definir a Venezuela como una dictadura. Así lo manifestó, el periodista Andrés Oppenheimer. Para el periodista, Venezuela es un país que se encuentra en una parálisis catastrófica y “lo lógico” sería que Estados Unidos y los países latinoamericanos hagan implementar la Carta Democrática de la OEA.
De acuerdo a Oppenheimer, el Secretario General de la OEA, Almagro, le dijo que tiene las manos atadas mientras siga la mediación del Vaticano y UNASUR.
“Mientras el Vaticano y UNASUR estén ahí, definitivamente nosotros no tomaremos ninguna acción de impulsar la Carta Democrática”. “Si nos dicen que ese diálogo terminó y hay una comunicación formal de la oposición y del Vaticano al respecto, entonces recomenzaremos los trabajos”.
Entonces lo que se debe hacer para que se aplique la carta es:
- Tanto la oposición como el Vaticano anuncien oficialmente que la actual mediación ha terminado.
- Definir a Venezuela como una dictadura por haber violado el estado de derecho, especialmente desde que le quitó poderes básicos a la Asamblea Nacional después de que la oposición ganara las elecciones legislativas del 2015. Ya así lo definió The Economist.
- La Asamblea Nacional debe solicitar oficialmente a la OEA que active su Carta Democrática.
Conclusión
El mundo empieza a cambiar su visión sobre Venezuela, lamentablemente para mal. Mala señal da la revista The Economist calificando al régimen como una dictadura, peor aún, señalando el gran saqueo que ha sufrido Venezuela, culpable de la gran miseria que vive el país.
Ya se da por olvidado el relanzamiento del diálogo como solución pero se mantiene paralizado el país en materia de decisiones políticas a la espera de que tanto el Vaticano como la Asamblea manifiesten formalmente que no hay posibilidad de diálogo, y así darle paso a la OEA para activar la Carta Interamericana.
El gobierno por su parte ya empieza a anunciar a través de su embajador en la OEA que no le importaría salir de esta organización y menciona unos anillos de seguridad que crean una gran incertidumbre y temor de lo que puedan significar.
En cuanto a las Naciones Unidadas, es grave el último informe presentado por el Alto Comisionado, porque demuestra preocupación sobre el marcado incremento de los venezolanos que llegan a los países vecinos comparables a refugiados que migran de otros países. Estos son temas más allá de la política que violan derechos humanos. Reconocen que la escasez de medicinas, alimentos sumados a la inflación están afectando severamente los derechos económicos y sociales. Aunque la Carta Interamericana no sea una solución y que todavía la OEA necesita lograr los votos de la mayoría de los países de la región si podría ejercer presión para que se cumpla la constitución, liberar a los presos políticos, exigir una ruta electoral y sobretodo podría abrir canales de ayuda humanitaria de medicinas y alimentos que tanto se necesitan y finalmente lograr imponer sanciones diplomáticas a Venezuela.