Revenga: “Lo que estamos viendo en Venezuela es el fracaso de la siembra del petróleo”

Revenga: “Lo que estamos viendo en Venezuela es el fracaso de la siembra del petróleo”

Prensa Petroguía-El editorial ‘Sembrar el petróleo’ del escritor venezolano Arturo Uslar Pietri cumple 80 años de su publicación como título de un editorial y podría decirse que la frase terminó siendo un mantra que se repite en el país desde la escuela básica sin mucha o ninguna comprensión y de la bonanza sólo quedó un Estado impotente. Ese es el criterio del filósofo y analista político José Rafael Revenga, una de las más cercanas amistades de Uslar Pietri y quien prefiere ser identificado como “el amigo invisible de Arturo” porque así lo llamaba jocosamente cuando pasaba muchos días sin visitarlo para conversar o chismear sobre lo que estaba pasando en el país o en mundo.

“Ya no tememos que sembrar el petróleo, sino independizarnos del él buscando otros sectores económicos y de producción. Puede ser que el petróleo siga siendo el catalizador, pero los recursos fiscales que se deriven de él son insuficientes y por eso creo que debemos ir más allá de la frase ‘Sembrar el petróleo’”, comenta Revenga en una conversación que tuvo lugar en la biblioteca del escritor. “Tenemos el gigante ejemplo de Arabia Saudita, que hace 6 meses anunció su decisión de cambiar el modelo y hacerse independiente el petróleo y por eso presentó el plan Visón 2030”, acota.

¿Qué significa sembrar el petróleo?

-Recordemos que esa frase, que ha tenido tanto éxito y que ha calado tan bien en la conciencia del venezolano, con el tiempo se convirtió sólo en una especie de mantra que todos los venezolanos entonamos. En la práctica fue una ocurrencia genial de Arturo Uslar Pietri en un brevísimo escrito que apareció en un diario de escasa circulación en 1936, exactamente hace 80 años. Ahora vale conmemorar el sentido último y la proyección de la frase, más allá de la repetición que todos hemos hecho.

¿A qué atribuye la repercusión y el uso que se le ha dado en todo ese tiempo?

-La frase tuvo tanto éxito porque creo es bastante sencilla, diría que simplista y hasta poética. Hay que pensar que el momento en el que Arturo escribió su editorial, Venezuela estaba cambiando de un país agrícola y rural para empezar a urbanizarse y a concentrarse en ciudades debido al desarrollo de la industria petrolera y de sectores conexos, que para 1936 ya tenía un desarrollo de entre 10 y 15 años. Fue el genio de Arturo el que dio en el punto justo de interpretación casi semiconsciente o subconsciente del sentir venezolano de la época sobre el petróleo, curiosa o trágicamente ese mensaje sigue siendo válido 80 años después.

¿Por qué trágicamente?

-Trágicamente porque el mismo Arturo, quién años después del editorial, cuando estuvo exiliado en Nueva York en 1949 complementa el sentido metafórico de la frase con un estudio, un pequeño libro, llamado “De una a otra Venezuela”. Ese nuevo escrito se convirtió en un esquema analítico que reviste toda la importancia porque hace una división histórica del país en tres: una etapa pre petrolera; otra petrolera, que ha durado más de 80 años y en la que todavía estamos inmersos; y una tercera post petrolera.

¿Qué vigencia tiene hablar ahora de ‘sembrar el petróleo’?

-Para responder a esa pregunta tenemos que ver la evolución de Arturo, cómo evolucionó su diagnóstico, análisis, su estudio, su percepción y si el país estaba respondiendo a su reclamo. Recordemos que en 1986, es decir, 50 años después de haber escrito la metáfora de ‘Sembrar el petróleo’, Arturo se presentó en un homenaje que le hizo el Congreso de la República y en una sesión extraordinaria ante senadores y diputados pronunció un discurso negativísimo. En esa oportunidad vimos a un Arturo desesperanzado y angustiado porque después de medio siglo de haber escrito el famoso lema o consigna, el país no había respondido ni ha enderezado sus entuertos. Diez años más tarde, en 1996 cuando se cumplieron 60 años del editorial y en ocasión de los 90 años de Arturo, le escuchamos unas palabras quejosas y trágicas porque le reclamó al país no haber encontrado un rumbo de desarrollo.

Asumimos que Uslar Pietri ya no tendría palabras ni manera de expresarse en este momento frente a lo ocurrido después de 1999 con los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, pero haciendo una especie de ejercicio de imaginación le pregunto: ¿cómo él hubiera evaluado la coyuntura actual?

-Arturo siempre fue un gran crítico del Estado prepotente que tuvimos durante décadas, marcado por una ilusión demencial. En 1999, ya Arturo describió lo que se nos venía encima con un ejercicio de ignorancia delirante, en el que pasamos de un Estado prepotente a uno omnipotente, que terminó convertido en un Estado impotente limitado solo a distribuir unas escuálidas bolsas de alimentación a unos pocos beneficiarios que en la práctica lo que reciben es una limosna eventual condicionada a la membresía política y efectivamente denigrante. Los que estamos viendo en Venezuela es fracaso de la siembra del petróleo porque el Estado acaparó todas las actividades del pueblo, de la gente, de la iniciativa de las personas y por eso nos encontramos donde estamos ahora. Eso no solamente se dio en los últimos 17 años sino que viene de las últimas tres décadas.

¿Tiene sentido seguir insistiendo en la siembra del petróleo?

-Por supuesto. El mejor homenaje que podemos rendirle hoy en día, a los 80 años del editorial, es trabajar con las nuevas generaciones porque es responsabilidad de ellas la rectificación. Cuando se cumplan los 100 años de ‘Sembrar el petróleo’ esperemos que no se cumpla la profecía de Arturo de que Venezuela fue rumbo al fracaso. En ese caso podríamos decir que por primera vez y finalmente Arturo se habría equivocado gracias al esfuerzo de corrección de las nuevas generaciones.

¿El editorial terminó siendo una profecía?

-Es una profecía autocumplida. La siembra no ha contado con la semilla y cuando se contaba con ellas eran bien escasas, fueron sembradas en terrenos baldíos infértiles sin fertilizantes, sin tractores ni repuestos y sin entrenamiento para los agricultores o agroindustriales. Cuando todo esto se solventaba, se superaban las barreras y los obstáculos, entonces los créditos para sembrar en agricultura, ganadería o agroindustria terminaron por parar fuera del país.

¿No cree que en 80 años hubo gobiernos que sí hicieron esfuerzos por ‘sembrar el petróleo’?

-Sí. Creo que si hacemos un repaso acelerado de la historia venezolana nos encontramos con algunos momentos, que lamentablemente fueron solo eso: momentos. Recuerdo el primer gabinete del presidente Isaías Medina Angarita, en el que Arturo después de haber sido ministro de Educación, pasa a ser ministro de la Secretaria General, el segundo funcionario en la posición del Gobierno. Él contaba entre sus asesores con economistas y profesionales tan competentes en materia de finanzas como el doctor Manuel Egaña, es decir, sí hemos tenido algunos destellos, alguna siembra que la hemos visto reproducir, pero múltiples factores de toda índole terminaban sesgando esa pequeña siembra.

¿Después de 1958?

-Siempre ha habido un esfuerzo, siempre ha habido un reclamo y una advertencia y Arturo Uslar no ha sido el único afortunadamente, pero en mi opinión eso nunca se plasmó en un esquema de desarrollo del país para hacerlo no dependiente del petróleo. El futuro de Venezuela no es quedarse sin petróleo, es quedarse sin unas reservas explotables, bien sea por falta de inversionistas, de tecnología propia o por una especie de alergia a las inversiones internacionales. En un siglo podemos terminar con las mayores reservas probadas en el mundo no explotadas ni explotables debido a la introducción de recursos energéticos renovables.

Todos los gobernantes han utilizado la frase de ‘Sembrar el petróleo’, pero fue Hugo Chávez quien prácticamente la expropió y se apropió de ella.

-El presidente Chávez, siendo candidato en 1998, visitó a Arturo en tres ocasiones y él me invitó a asistir pero preferí no estar presente por múltiples razones. Posteriormente, Arturo me relató el resultado de esas conversaciones. Yo podría decir que el presidente Chávez siempre quedó impregnado del aspecto eléctrico y contagioso de la ‘Siembra del petróleo’ y por eso el primer plan de desarrollo de PDVSA que tuvo su gobierno originalmente se llamó el Plan Arturo Uslar Pietri Siembra del Petróleo, pero con Chávez llegamos a lo que yo llamó el mantra de la repetición de la frase.

¿El presidente Chávez omitió el hecho de que la idea de ‘Sembrar el Petróleo’ era contraria a tener un Estado poderoso?

-Absolutamente de acuerdo con eso. El presidente Chávez transformó al Estado en una ambición de omnipotencia y por eso la expropiación de sembradíos e industrias.

Para futuros gobernantes venezolanos, incluyo al propio presidente Maduro, ¿tiene sentido seguir con lo que usted llama como el mantra de “Sembrar el petróleo?

-Siempre será una inspiración, campanada o alerta, pero tenemos que ir mucho más allá.

Llama la atención que en la obra narrativa de Uslar Pietri, el tema petrolero está ausente como sí lo está en otros escritores como Miguel Otero Silva, Ramón Díaz Sánchez o el mismo Rómulo Gallegos, ¿estamos equivocados?

-Está totalmente ausente. Arturo se quedó en la nueva metáfora del país pre y post petrolero; y más bien sus novelas son históricas de personajes o figuras vinculadas a la educación como Samuel Robinson o Simón Rodríguez. Tenemos la novela “Oficio de difuntos” sobre el general Juan Vicente Gómez, que es un análisis sobre el caudillismo en Venezuela.

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