Luis Xavier Grisanti.-<\/strong><\/a> El\u00a0Programa de Febrero<\/em>\u00a0(1936) del presidente Eleazar L\u00f3pez Contreras contempl\u00f3 la creaci\u00f3n de un Instituto Emisor. Fue una de las ideas primigenias de Alberto Adriani, su ministro de Hacienda, quien falleci\u00f3 inesperadamente aquel a\u00f1o. Para el economista meride\u00f1o la creaci\u00f3n de un banco central de emisi\u00f3n representaba un requisito fundamental de la estabilidad econ\u00f3mica, monetaria, fiscal y productiva de un pa\u00eds; un elemento clave del desarrollo de las fuerzas productivas. Y as\u00ed lo propone desde su retiro en Zea (1930-1935), en su ensayo (1931)\u00a0\u201cLa crisis, los cambios y nosotros:\u201d<\/em><\/p>\n \u201cUn Banco Central de Emisi\u00f3n, para el cual se aprovechara nuestra propia experiencia y la de otros pa\u00edses, y que siguiera los mejores modelos, podr\u00eda dar mayor solidez, y al mismo tiempo mayor flexibilidad a nuestro sistema monetario, y permitir la unidad y la efectividad del control sobre la tasa de descuento y sobre nuesto cambio.\u201d<\/em><\/p>\n<\/blockquote>\n Recordemos que, para el momento en que el presidente L\u00f3pez presenta al pa\u00eds su\u00a0Programa de Febrero,<\/em>\u00a0reputados bancos privados eran los emisores de monedas, billetes y circulante monetario. No exist\u00eda un Instituto Emisor. Venezuela era uno de los \u00faltimos pa\u00edses de Am\u00e9rica Latina y el mundo que no contaba con un banco central. Colombia contaba con un Instituto Emisor desde 1923.<\/p>\n El jefe del Estado encarg\u00f3 al Ministro de Fomento, Manuel R. Ega\u00f1a, redactar el proyecto de Ley del Banco Central de Venezuela y design\u00f3 una comisi\u00f3n presidencial para elaborar su estructura organizacional. Integraron dicha comisi\u00f3n, adem\u00e1s de los ministros de Hacienda y de Fomento, el entonces contralor general de la Rep\u00fablica, Dr. Gumersindo Torres, el Dr. Gustavo Herrera y el Lic. Xavier Lope-Bello. El ministro Ega\u00f1a revis\u00f3 la legislaci\u00f3n existente sobre bancos centrales en diversos pa\u00edses del mundo. El Ejecutivo Nacional present\u00f3 a la consideraci\u00f3n del Congreso Nacional el proyecto de Ley, el cual fue aprobado y el presidente L\u00f3pez le puso el ejec\u00fatese, el 8 de setiembre de 1939.<\/p>\n Hubo un acalorado debate nacional sobre la conveniencia de la creaci\u00f3n del Instituto Emisor. Banqueros notables y prestigiosos, como don Henrique P\u00e9rez Dupuy, se opusieron tenazmente a la creaci\u00f3n del Banco Central de Venezuela, con argumentos sin duda s\u00f3lidos. Los banqueros opositores tem\u00edan que cualquier gobierno futuro decidiera emitir dinero inorg\u00e1nico para financiar sus d\u00e9ficits fiscales, desatar una espiral inflacionaria y devaluar el signo monetario nacional, el Bol\u00edvar. Sosten\u00edan que, para evitar dichos males, el sector privado estaba mejor capacitado para preservar la estabilidad monetaria del pa\u00eds, proteger a los ahorristas, controlar la inflaci\u00f3n y fomentar el desarrollo econ\u00f3mico del pa\u00eds por medio de un sistema de pagos que no estuviera interferido por el Estado y que no respondiera a los intereses pol\u00edticos del gobierno.<\/p>\n Se opusieron a la creaci\u00f3n del Banco Central de Venezuela, prestigiosas instituciones financieras, como el Banco de Maracaibo, el Banco de Fomento Comercial de Maracaibo, el Banco Caracas, el Banco Mercantil y Agr\u00edcola, el Banco Venezolano de Cr\u00e9dito y el Banco de Venezuela. El Dr. M.O. Romero S\u00e1nchez introdujo una demandad de nulidad de la Ley del Banco Central ante la Corte Federal y de Casaci\u00f3n (Corte Suprema de Justicia) y despleg\u00f3 una intensa campa\u00f1a en los medios de comunicaci\u00f3n y en el Congreso Nacional contra la precitada ley. Este hecho retras\u00f3 la entrada en vigor de la Ley.<\/p>\n El 20 de diciembre de 1940, La Corte Federal declar\u00f3 sin lugar el libelo, obligando a los bancos a retirar los billetes y monedas emitidos y a vender al Banco Central de Venezuela sus reservas de oro. Dos bancos, el Venezolano de Cr\u00e9dito y el Venezuela, se negaron a entregar su oro y el litigio dur\u00f3 hasta 1956, cuando se dirimi\u00f3 a favor de la naci\u00f3n.<\/p>\n\n
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