Luis Xavier Grisanti.-<\/a><\/strong> Deseo agradecer en primer lugar la invitaci\u00f3n de mi apreciado colega, el embajador Jos\u00e9 Eugenio L\u00f3pez Contreras, y de la Dra. Mercedes L\u00f3pez de Parra, Individuo de N\u00famero de la Academia Nacional de Medicina, por la honrosa invitaci\u00f3n a este oportuno foro. Gracias por brindarme la oportunidad de dirigirme a esta calificada audiencia y realizar un apretado resumen de la pol\u00edtica econ\u00f3mica del presidente Eleazar L\u00f3pez Contreras (1883-1973). Saludo a los dem\u00e1s panelistas, el embajador Milos Alcalay y los profesores Carlos Alarico G\u00f3mez y David Rolando Chac\u00f3n. Celebro la iniciativa de que hayamos comenzado el foro con la exhibici\u00f3n del excelente documental de mi buen amigo, Carlos Oteyza, cineasta e historiador.<\/p>\n Comienzo por manifestar que quien les habla podr\u00eda mostrar un sesgo acentuado a favor de la sobresaliente obra de gobierno y val\u00eda ciudadana del general civilista nacido en Queniquea, Estado T\u00e1chira. Mi abuelo materno, el capit\u00e1n de altura y coronel de artiller\u00eda, Marco Tulio Cano Rocha, oriundo de Ejido, Estado M\u00e9rida, fue colaborador del estadista tachirense, despu\u00e9s de haber sufrido cerca de 15 a\u00f1os de c\u00e1rcel durante la dictadura del Gral. Juan Vicente G\u00f3mez. Mi abuela, do\u00f1a Braulia Febres Cordero de Cano, siempre guard\u00f3 especial aprecio por su paisano andino. Y me acompa\u00f1a hoy mi sobrino y ahijado, el Ing. Alberto Adriani Gonz\u00e1lez, descendiente del economista Alberto Adriani, ministro de Agricultura y de Hacienda del presidente L\u00f3pez Contreras.<\/p>\n Debido al corto tiempo de que dispongo, voy a centrar mi exposici\u00f3n en tres componentes esenciales de la pol\u00edtica econ\u00f3mica del presidente L\u00f3pez Contreras (1935-1941): 1. El modelo de organizaci\u00f3n econ\u00f3mica de su gobierno; 2. La fundaci\u00f3n del Banco Central de Venezuela; y 3. El prudente nacionalismo petrolero de su gesti\u00f3n gubernamental.<\/p>\n Una gesti\u00f3n de gobierno debe fundamentar sus pol\u00edticas p\u00fablicas conforme a una doctrina econ\u00f3mica debidamente delineada desde un principio, formulada org\u00e1nicamente y desprovista de superficialidades ideol\u00f3gicas o improvisaciones inadecuadas.<\/p>\n Un jefe de Estado de la calidad de Eleazar L\u00f3pez Contreras escoge a sus ministros y colaboradores entre las figuras de mayor entidad acad\u00e9mica o profesional dentro de su respectivo campo de actividad, sea econ\u00f3mico, social, cultural, pol\u00edtico o cient\u00edfico. L\u00f3pez seleccion\u00f3 a dos j\u00f3venes venezolanos bien formados, honestos y con una arraigada vocaci\u00f3n de servicio p\u00fablico. Fueron ellos, el economista meride\u00f1o Alberto Adriani (1898-1936) y el abogado llanero nacido en Zaraza (entonces llamada la Atenas del llano venezolano<\/em>), Dr. Manuel R. Ega\u00f1a (1900-1985).<\/p>\n Gracias a la iniciativa del Dr. Sim\u00f3n Alberto Consalvi<\/strong>, se nos encomend\u00f3 escribir las biograf\u00edas de ambos estadistas para la Biblioteca Biogr\u00e1fica Venezolana<\/em>, patrocinada por el diario El Nacional<\/em> y Bancaribe<\/em>. En nuestras lecturas pudimos encontrar textos escritos por ambos servidores p\u00fablicos, a quienes podr\u00edamos calificar como precursores de lo que hoy se denomina en la Uni\u00f3n Europea, el modelo social europeo<\/a><\/em><\/strong> y la econom\u00eda social de mercado<\/a><\/em><\/strong>.<\/p>\n En los a\u00f1os 30 del siglo XX tiene lugar la Gran Depresi\u00f3n<\/em> en los Estados Unidos y Europa, con su secuela de quiebra de empresas, desempleo y pobreza. Se estremecen los dogmas del liberalismo econ\u00f3mico, el llamado laissez \u2013 faire<\/em>, seg\u00fan el cual s\u00f3lo las fuerzas del mercado libremente ejercidas garantizan el bienestar social con un Estado no interventor. Los cimientos del capitalismo son cuestionados.<\/p>\n Los logros industriales del nacionalsocialismo nazi y fascista en Alemania e Italia atraen a muchos intelectuales y j\u00f3venes, al igual que el proceso de industrializaci\u00f3n acelerado que implanta Joseph Stalin en la Uni\u00f3n Sovi\u00e9tica, basado en la eliminaci\u00f3n de la propiedad privada, la colectivizaci\u00f3n agropecuaria y la estatizaci\u00f3n de los medios de producci\u00f3n. Se pone en ejecuci\u00f3n la dictadura del proletariado<\/em>, a partir de la cual el socialismo abrir\u00eda paso al comunismo como sociedad perfecta e igualitaria. En nombre de las masas proletarias se implantan econom\u00edas de planificaci\u00f3n central y reg\u00edmenes autocr\u00e1ticos apuntalados por un partido \u00fanico, el Partido Comunista.<\/p>\n Alberto Adriani<\/strong>, desde su retiro en Zea, Estado M\u00e9rida, entre 1930 y 1935 (donde se dedic\u00f3 a la actividad de producci\u00f3n y exportaci\u00f3n agropecuaria de su familia), propone un modelo alterno y distinto: un \u201cplan met\u00f3dico<\/em>\u201d formulado entre el Estado y el sector privado y una \u201ceconom\u00eda org\u00e1nica<\/em>,\u201d que descanse sobre la iniciativa empresarial como fundamento del crecimiento y el desarrollo econ\u00f3micos. Desde el Alto Escalante, Adriani escribe:<\/p>\n \u201cUn plan econ\u00f3mico permitir\u00e1 coordinar las actividades econ\u00f3micas de un pa\u00eds, tanto las p\u00fablicas como las privadas, y darles la direcci\u00f3n que m\u00e1s se acuerde con los intereses permanentes de la Naci\u00f3n. A este plan se adecuar\u00edan la pol\u00edtica de tierras bald\u00edas, la inmigraci\u00f3n y colonizaci\u00f3n, la sanitaria, la agr\u00edcola, la miner\u00eda, la industrial, la comercial, la fiscal, la bancaria, la de comunicaciones, la hidr\u00e1ulica. La iniciativa privada seguir\u00e1 libre, pero es claro que no podr\u00e1 ni le convendr\u00eda apartarse de las l\u00edneas del plan.<\/em>\u201d<\/p>\n Manuel R. Ega\u00f1a<\/strong>, por su parte, se\u00f1ala que el modelo econ\u00f3mico no era conveniente que fuera ni el laissez \u2013 faire<\/em>, sin intervenci\u00f3n del Estado, ni el de estatizaci\u00f3n de los medios de producci\u00f3n y eliminaci\u00f3n de la propiedad privada. Y as\u00ed expresa:<\/p>\n \u201cSer\u00eda insensato e in\u00fatil que se tratara de aplicar entre nosotros, digamos, el r\u00e9gimen sovi\u00e9tico o el r\u00e9gimen nazista, como la adopci\u00f3n de un r\u00e9gimen de completo laissez \u2013 faire, laissez aller, laissez passer, porque Venezuela tiene su propia doctrina econ\u00f3mica, resultado natural y espont\u00e1neo de su propia vida\u2026lo que importa, pues, no es definir si el Estado, en Venezuela, debe ser liberal o intervencionista, sino estudiar el grado mayor o menor en que deba intervenir\u2026<\/em>\u201d<\/p>\n Ega\u00f1a, ministro de Fomento, procede a enumerar, en 1940, cinco principios que hacen procedente \u201cun m\u00ednimum de intervenci\u00f3n estatal<\/em>\u201d en la econom\u00eda:<\/p>\n Esta \u00faltima recomendaci\u00f3n es particularmente relevante para nuestro tiempo, por cuanto a lo largo de d\u00e9cadas, desde entonces, los gobiernos de Venezuela y la sociedad venezolana misma, han dependido en extremo de las d\u00e1divas y subsidios del Estado, y all\u00ed encontramos la g\u00e9nesis de nuestra mentalidad rent\u00edstica derivada de la riqueza petrolera, que ya entonces era objetada por tres de los principales colaboradores del presidente L\u00f3pez: Adriani, Ega\u00f1a y Arturo Uslar Pietri.<\/p>\nEl modelo econ\u00f3mico: hacia una econom\u00eda social de mercado<\/h2>\n
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