Alexis Aponte.-<\/a> En Venezuela no hay guerra econ\u00f3mica, hay una econom\u00eda de guerra<\/strong>. Detallaremos qu\u00e9 es una econom\u00eda de guerra.<\/p>\n En Venezuela no se vive, se sobrevive. En una guerra el objetivo es sobrevivir a cada segundo.\u00a0 Es conservar la vida, no morir y poder abrir los ojos al d\u00eda siguiente.<\/p>\n El venezolano es v\u00edctima de la escasez de alimentos, de medicinas, enfermedades y epidemias \u00a0que se consideraban erradicados, vuelven con su carga mortal, tales como el paludismo, la tuberculosis, malaria y otras m\u00e1s. \u00a0La gente hurgando en la basura en procura de algo de comida, la inseguridad se manifiesta de muchas maneras y todos hemos sido v\u00edctimas de alg\u00fan delito. Se ha perdido la confianza en el semejante y el temor y miedo nos rodea. Familias desmembradas \u00a0y ya hoy d\u00eda probablemente seremos la naci\u00f3n, despu\u00e9s del pueblo jud\u00edo en otra \u00e9poca, con la mayor di\u00e1spora regada por todo el mundo. Todo este perfil social tiene como consecuencia que\u00a0el venezolano haya asumido un comportamiento primitivo propio de una guerra.<\/strong><\/p>\n Esta econom\u00eda de guerra tiene como arma principal la hiperinflaci\u00f3n<\/strong>la cual \u00a0ha destruido capital a nivel empresarial. Dif\u00edcil planificar, realizar planes de carrera y desarrollo para los empleados, lanzar nuevos productos, impulsar proyectos de investigaci\u00f3n, ampliaci\u00f3n de plantas e incorporaci\u00f3n de tecnolog\u00eda a diversos procesos. Empresas de tecnolog\u00edas, financieras e industriales con un alto componente importado, requieren de divisas para la compra de celdas, radios, cables, pago de sat\u00e9lites, equipos de computaci\u00f3n, terminales, bienes intermedios, \u00a0licencias, repuestos, software y hardware.\u00a0No es negocio para estas empresas que operan bajo un control de cambios, invertir en d\u00f3lares para cobrar en bol\u00edvares<\/strong>, m\u00e1s a\u00fan cuando operan con tarifas y precios \u00a0regulados.<\/p>\n Basta pasearse por los parques industriales y comerciales del pa\u00eds, para poder observar el cierre de empresas, oficinas e industrias de todo tipo. Para un empresario es doloroso renunciar a su motivo de vida (producir, comercializar y generar empleo) y tener que \u00a0buscar opciones en otros pa\u00edses que le ofrezcan las condiciones apropiadas para desarrollar su emprendimiento.\u00a0La persecuci\u00f3n,\u00a0 acoso legal e impositivo tienen las mismas consecuencias que un estado de guerra.<\/strong><\/p>\n A nivel personal estamos obligados a sobrevivir a este estado de cosas<\/strong>. La\u00a0 hiperinflaci\u00f3n no es f\u00e1cil surfearla. Pero tenemos que cambiar h\u00e1bitos de consumo, de vestir, mantenimiento del veh\u00edculo, transporte. Asumir como norte la austeridad. Crear redes de ayuda rec\u00edprocas en materia de alimentos y medicinas, ser m\u00e1s solidarios y practicar la otredad. Es un deber buscar la manera de drenar el stress, divertirnos y practicar un deporte sin que esto signifique un gasto significativo. El compartir en todas sus formas se convierte en un requerimiento de vida.<\/p>\n La familia juega un papel importante en estos tiempos<\/strong>. Reforzar los lazos<\/p>\n Familiares y afectivos es una buena manera de fortalecer el esp\u00edritu y la mente. La familia y los amigos en tiempos de guerra se convierten en nuestro centro de comando. Desde ah\u00ed podemos construir la esperanza, porque la esperanza se construye todos los d\u00edas, con la seguridad que m\u00e1s temprano que tarde vamos a salir de esto.<\/p>\n Las empresas como organizaciones econ\u00f3micas \u00a0est\u00e1n obligadas a sobrevivir a esta econom\u00eda de guerra. A \u00a0diario \u00a0resisten los embates del entorno econ\u00f3mico social, asimilando aumentos de sueldo\u00a0 por decreto, fiscalizaciones, regulaciones de precios, expoliaci\u00f3n de activos, rebajas de precios compulsivos,\u00a0 restricciones laborales, inflaci\u00f3n, cambios en las reglas de juego \u00a0y un mercado que cada d\u00eda se reduce en tama\u00f1o.<\/p>\n La gerencia tiene que tomar medidas duras e inteligentes para poder sobrevivir<\/strong>, mantener la empresa en operaci\u00f3n y salvaguardar los empleos necesarios. Eliminar l\u00edneas de trabajo que correlacionadas con el mercado no tienen raz\u00f3n de ser. Dependiendo de la naturaleza del negocio y m\u00e1s a\u00fan si no tiene productos y servicios exportables, a veces reducir costos se hace m\u00e1s importante que aumentar los ingresos (la hiperinflaci\u00f3n lic\u00faa los ingresos) por supuesto, hay que hacer las dos cosas en conocimiento que el mercado f\u00edsico se reduce.\u00a0Ser eficiente en cada actividad por persona es un requerimiento del negocio.<\/strong><\/p>\n Venezuela vive una econom\u00eda de guerra, en consecuencia, \u00a0tenemos que tomar decisiones de guerra para sobrevivir.\u00a0En tiempos tumultuosos estamos obligados a sobrevivir para \u00a0poder ver el ma\u00f1ana<\/strong>. El adversario nos quiere aniquilar, o en el mejor de los casos, que abandonemos el campo. Nosotros queremos conservar la vida, nuestro capital, para desarrollar una sociedad. Tanto en lo personal como en lo empresarial. En estos entornos la din\u00e1mica del cambio es a diario y var\u00eda el concepto de tiempo. El largo plazo existe y tenemos que atenderlo,\u00a0 pero es importante el corto plazo, ir a lo medular,\u00a0 a lo singular y principal, porque el hambre no espera, la desesperaci\u00f3n hace su trabajo, los resultados financieros se cuentan por horas, pero estamos obligados a abrir los ojos ma\u00f1ana con un norte: esto va a cambiar\u2026cuando no lo sabemos, pero va a cambiar.<\/p>\nEl ser humano<\/strong><\/h2>\n
Las empresas<\/strong><\/h2>\n
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Sobrevivir<\/strong><\/h2>\n
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