José Antonio Gil Yepes.- El turismo es el sector con mayor potencial para responder al colapso del rentismo petrolero y de otros minerales que, afortunadamente para nuestro desarrollo económico y democrático, ya no puede sostenernos. Las principales características del turismo, además, compensan muchas de los desequilibrios que introducen el petróleo y otras fuentes rentistas en la economía.
Las fuentes rentistas (FR) emplean muy poca gente para la gran cantidad de ingresos monetarios que generan; mientras que el turismo (T) emplea una proporción mucho mayor.
Los requisitos de los cargosen las FR suponen grandes niveles de profesionalización; mientras que en el T se pueden emplear personas de todos los niveles. Las FR se concentran en pocas unidades de producción. El T involucra una gran cantidad de unidades productivas. Los encadenamientos de las FR con otras actividades económicas son limitados; mientras que los encadenamientos del T son incontables. La presencia geográfica de las FR es limitada; mientras que la del T es muy diversificada. El nivel de gananciade las FR es mucho mayor que el del T. Esto supone que dichas ganancias – y los impuestos- se quedan en menos manos que en el T.
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Si éstas y otras características apuntan a la conclusión de que hemos debido desarrollar el turismo hace muchas décadas, la pregunta obligada es “¿Por qué no se desarrolló?” Y la principal respuesta es la sobrevaluación del bolívar, la cual hace muy caro a los extranjeros viajar a Venezuela y muy barato a los venezolanos viajar al exterior: ¡El mundo al revés! La misma respuesta aplica a por qué no se sembró el petroleo, es decir, no se desarrolló el enorme potencial de producción agrícola, pecuario, agroindustrial, petroquímico, químico,…y pare Ud. de contar.
Y, ¿por qué se sobrevaluó el bolívar? Porque esta es la principal arma que han tenido militares y políticos que han gobernado Venezuela para practicar el populismo y para evitar el desarrollo del sector empresarial y del sector trabajador y, con ello, concentrar más poder, menos democracia. El turismo es horizontal; el rentismo es vertical.
