Editorial de @CasaUslarPietri: La penosa insistencia de no sembrar el petróleo #Uslar111

Editorial de @CasaUslarPietri: La penosa insistencia de no sembrar el petróleo #Uslar111

Un joven con apenas 30 años, supo visualizar y advertir lo que nos venía. Un editorial marcó una huella imborrable en nuestra historia, la tarea incumplida, lo que dejamos a un lado, para convertirnos en este desastre que nos arrastra sin ningún pudor. Arturo Uslar Pietri, un caraqueño que escribe el editorial del Diario “Ahora”, haciendo una profunda reflexión a la nación que apenas superaba la tragedia oprobiosa del siglo XIX. Muchos lo leen, lo comentan, pero el país pasa inadvertido sobre los desafíos que nos plantea el escritor.

Hoy, es su natalicio y según su propio decir, las fechas no solo valen para hacer actos y reconocimientos llenos de formalidad; deben ser propicias para detenernos y reflexionar sobre los grandes temas de una Nación devastada por el populismo, la corrupción y el más oscuro desastre sobre la administración pública.

Cuando menos lo esperábamos, regresamos de un sablazo al siglo XIX, saliendo de nuevo los viejos fantasmas que pulularon las calles de Caracas para  llenarla -otra vez- de sangre y desolación. Hoy, una guerra civil no convencional, multifactorial y multisectorial; confina a Venezuela a un completo atraso y la sumerge en una de las crisis más profundas de su historia. Violencia, hambre, enfermedades que creíamos extintas regresan con su mayor fuerza para condenarnos a vivir en la miseria.

Ese mismo joven, años después, nos refería a que la historia de Venezuela debíamos partirla en tres: la Venezuela prepetrolera, la Venezuela petrolera y la Venezuela postpetrolera. De la primera ya no había nada que hacer, todo estaba escrito, fuimos un país completamente atrasado, sin importancia y muy pobre, lleno de violencia y de guerras civiles con conflictos sociales sumamente agudos. La segunda se estaba escribiendo, de ella dependía todo el futuro de la Nación, la construcción de una república civil y de instituciones que dejara sepultado para siempre el fantasma del caudillismo y del primitivismo que había asolado a toda una sociedad.

En la etapa petrolera debíamos “sembrar el petróleo”, eso significaba tomar una renta que no venía de nuestro trabajo sino por un azar del destino, que un día dejaría de ser útil y que de no tomar las previsiones necesarias, volveríamos a hacer ese país pobre y desolado. Era la gran oportunidad de invertir ese dinero transitorio en generar la infraestructura necesaria para diversificar nuestros ingresos y la única manera de hacerlo era en conjunto, de la mano del sector privado, potenciado con políticas de Estado que promovieran el desarrollo.

A lo largo de su vida, Uslar Pietri no sólo reflexionó sobre todos estos trascendentales temas sino que también actuó. Es promotor y fundador de la Escuela de Economía de la UCV, para que la Nación contara con hombres y mujeres capacitados para construir ese modelo económico que nos sacara para siempre de la condena histórica de país pobre y miserable. En cada uno de sus ensayos, en cada una de sus novelas, de sus cuentos, de su columna en El Nacional o en sus discursos parlamentarios estaba la voz que tronaba advirtiendo las medidas concretas que debíamos tomar.

Uslar Pietri insistía, “La sociedad no puede depender del Estado, es el Estado el que debe depender de la sociedad”, de los contrario convertiríamos esa instancia en un monstruo de mil cabezas, que no sólo se volvería inútil e  inservible para lograr el desarrollo sino que el mismo Estado se convertiría en el primer obstáculo para la superación de la pobreza. Incluso, llegó a advertirnos en 1958, que un Estado sobredimencionado se convertiría en una “terrible máquina de tiranizar”.

Nos dijo también, ya casi al finalizar su existencia, que Venezuela en algún momento, debía dejar de ser “el país de las oportunidades perdidas” y aprovechar el ingreso inmenso que entraba a las arcas del Estado para la gran transformación. No dudamos que hubo una época que el país llegó a “Sembrar el Petróleo” pero, esa época se esfuma con la llegada de la tristemente célebre revolución bolivariana donde perdimos la oportunidad de diversificar nuestra economía y ser hoy la envidia de toda América pero, no lo hicimos, no sólo que no se sembró sino que se lo robaron y dilapidaron de la manera más oprobiosa, generando una crisis humanitaria que nos tiene inmersos en la más espantosa hecatombe social.

Hoy, cuando Venezuela vive, sumergida -parafraseando a Pocaterra- en la más terrible decadencia, vale la pena volver a Uslar Pietri, no solo para rendirle un homenaje ni tampoco para solo decir que no le hicimos caso, sino para reflexionar y actuar sobre la Venezuela posible, a la que solo se llega teniendo a la educación como el eje transversal de una sólida política de Estado, con objetivos de Nación muy claramente definidos en un nuevo Plan Nacional de Desarrollo, redimensionando al Estado, adaptándonos a la sociedad del conocimiento, a la era de la tecnología, abriendo la economía y apartar para siempre los oscuros tiempos del populismo.

La Casa Arturo Uslar Pietri, rinde homenaje a un  venezolano integral, republicano, civil y del que nos sentimos más que orgullosos de cuidar y rescatar su legado para la construcción de una nueva Venezuela, que nos haga entrar, por la puerta grande, a la siguiente etapa de nuestra historia: La Venezuela post petrolera.  Tenemos la gran empresa de transformar a Venezuela, es ahora o nunca.

 

 

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